19 establecimientos de Vitoria-Gasteiz apuestan por la venta de productos de Comecio Justo
Jueves,20 octubre 2016“¿Es posible mejorar el mundo mediante nuestras compras habituales? ¿Existe esta posibilidad?”, son preguntas que a muchas personas se les habrá pasado por la cabeza en más de una ocasión. En este sentido, el pequeño comercio de Vitoria-Gasteiz tiene una respuesta: a través del comercio justo es posible.
Por eso, 19 establecimientos de la capital gasteiztarra se han sumado a la Campaña Multiplica X0 , que pretende visibilizar aquellos locales cuyas estanterías cuenten con productos de comercio justo; unos productos que al ser consumidos conllevan beneficios sociales y ambientales porque “multiplican por cero” la desigualdad, la explotación infantil, la injusticia y la explotación no sostenible del medio ambiente . Podrás distinguir estos comercios mediante una pegatina amarilla, con el lema de la campaña escrito, colocada en su puerta de entrada.Esta iniciativa llevada a cabo por el Consorcio de Comercio Justo de Vitoria-Gasteiz (Medicus Mundi Álava, Oxfam Intermón, Bide Bidean y SETEM Hego Haizea) con el apoyo del Ayuntamiento, acerca a la ciudadanía los valores éticos, ambientales y sociales asociados a este tipo de consumo y demuestra que, además de los puntos de venta de las ONGD, los productos de comercio justo se encuentran presentes en cada vez un mayor tipo de establecimientos: tiendas de alimentación, cafeterías, restaurantes, etc. Además, son productos que tienen buena aceptación entre la ciudadanía, por lo que se trata de una oportunidad comercial.
Dentro de la apuesta del Consorcio de Comercio Justo por un consumo responsable, el comercio local y de barrio constituye un agente clave a la hora de visibilizar los productos de comercio justo y de aumentar sus ventas. Es por ello que la Campaña Multiplica por cero colabora con los pequeños establecimientos de la ciudad.
Se puede afirmar que el comercio justo ya no es exclusivo de los puntos de venta de las ONGDs y que su presencia en comercios convencionales es cada vez mayor. Los 19 puntos de venta adheridos a la campaña juegan un papel importante a la hora de sensibilizar a la ciudadanía acerca de los valores éticos del comercio justo: equidad de género, lucha contra la pobreza y la explotación infantil, respeto al medio ambiente, transparencia, etc. Además, estos productos tienen buena aceptación en la ciudadanía, por lo que se trata de una oportunidad comercial.
Este es el caso, por ejemplo, de Osasunbizi, situada en la céntrica Calle Ortiz de Zárate. Según palabras de su gerente, Silvia Martín Fernández de Labastida, llevan años apostando por productos de comercio justo, “por la filosofía que hay detrás de los mismos: no sólo los vendemos porque estén de moda y tengan tirón comercial; apostamos por ellos por la parte social que tienen, por el apoyo que brindas al consumirlos a poblaciones vulnerables de otros países, como a cooperativas de mujeres o los pueblos indígenas.
Por su parte, Mariluz Villar, dueña y gerente de Zelaialai, señala que son las historias que hay detrás de cada producto y la gran calidad de los mismos las que le llevaron a decantarse por productos alimentarios de comercio justo como la quinoa, los chocolates, el azúcar, la panela o el café hace ya 8 años, cuando abrió su establecimiento.
Diferente es el caso de Miguel Reyes, encargado de Café Fresa & Chocolate , situada en la Calle Sancho el Sabio. Este cubano y su esposa, residentes en Euskadi de toda la vida, apuestan por los productos ecológicos y de comercio justo a la hora de elaborar toda la repostería que luego venden en su establecimiento, a pesar de las dificultades económicas y de ser conscientes de lo arriesgado de esta apuesta. “La gente por ganar dinero hace cualquier cosa, pero yo no quiero ofrecer bizcochos o tartas ‘envenenadas’ a las y los niños de Vitoria”, en referencia a las materias primas cargadas de productos químicos o que han sido producidas por productores/as o niñas/os en situación de explotación, que proliferan en el resto de establecimientos convencionales.
“Hay que pagarle un valor añadido a la gente de otros países que no se cargan el planeta. Yo quiero apoyar a las y los agricultores de allá, para que no tengan que emigrar y buscarse la vida en cualquier otra parte”, afirma convencido. En este sentido, la apuesta de este matrimonio por una economía diferente es, en palabas de Reyes, “de sentido común”.